La actitud del perdón, para otros, y ya sea para nosotros mismos, tiene el poder de liberar una energía curativa de gran alcance y transforma muchas situaciones, ello para mejorar nuestra actitud interna de nuestro “Yo”. La falta de perdón puede traer mucha infelicidad, pero se puede contrarrestar un poco con este ritual diario.
Recite esta oración diariamente, preferiblemente antes de acostarse, para que los maestros espirituales hagan brotar en sus corazones la gracia del perdón.
“Oh, nuestra amada presencia, Santo Cristo Autónomo de toda la humanidad, Amado Saint Germain, nuestro Amado Arcángel Zadkiel y Santa Ametista, los Arcángeles de la llama violeta, invocamos ahora a todo Espíritu la Gran Hermandad Blanca, para establecer el ritual del perdón en nuestros corazones, las mentes y los seres”.
Sea quien nos haya dañado en esta u otras vidas pasadas, abandonemos hoy las cadenas que nos atan perdonando y teniendo la convicción de mantener el poder del perdón en nuestras manos. Enséñanos el ritual del perdón iluminado para que podamos perdonar, en total libertad, en todos los aspectos de la vida, así como rogamos a los poderes del Consejo de Karma y el infinito poder de la luz para perdonar a la humanidad de todos sus errores. Libertanos por amor, libertanos por el perdón, y enséñanos a ser un solo contigo. Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo, de acuerdo con la antigua oración que el también enseñó a sus discípulos. Hagámoslo juntos:
“Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo, danos el pan nuestro de cada día, y perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación, y líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, para siempre”.
Amén!
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