Enciende
una vela roja de buen tamaño. Detrás de ella, en fila, alterna dos
velas rojas y dos velas blancas. A la izquierda de la vela mayor coloca
un objeto de hierro. A la derecha un topacio y/o cuarzo blanco.
En un
papel, escribe tres veces las iniciales de la persona y rodéalas con un
círculo.
Quema el papel en la vela mayor al tiempo que recitas el conjuro:
Con toda la fuerza de mi ser
Y la energía del universo
Conjuro al corazón de mi amado
Para que venga a mí
Y nos amemos eternamente.
Y la energía del universo
Conjuro al corazón de mi amado
Para que venga a mí
Y nos amemos eternamente.
Que así sea y así será.
Para
canalizar favorablemente la potente fuerza de este hechizo, sin que se
vuelva contra ti, lleva contigo el objeto de hierro desde el
crepúsculo inmediato (amanecer o atardecer) hasta el crepúsculo
siguiente.
No hagas este hechizo si no estás segura de que tus
vibraciones son positivas y claras.
También es posible que aunque la
ames no sea la persona adecuada para tu felicidad.