Necesitará:
2 velas nudo de color blanco
1 recipiente lleno de tierra
1 jarra con agua.
Durante una noche de luna menguante, ubique las velas en el recipiente con tierra, hasta que queden bien firmes. Los cirios deben quedar alineados. A continuación encienda las dos velas a partir de un mismo fuego. Tome la jarra con agua y viértala de a poco encima de la tierra hasta que ésta quede húmeda.
Mientras se avoca a realizar esta ceremonia de hechizos de magia blanca, diga lo siguiente:
“Desde este instante, el fuego me protege.
Yo no seré tierra fértil para el infortunio.
Quien se oponga a mi fortuna encontrará resistencia, y todo lo que haga se volverá en su contra”.
Cuando haya terminado de verter el agua sobre la tierra, apague las velas de un fuerte soplido ( sí, esta vez debe hacerlo para alejar el mal). Arroje la tierra y los restos de las velas a un curso de agua, nunca arroje esos desechos en aguas estancadas, pues, según dice el manual de los hechizos de magia blanca, obtendrá el efecto contrario.
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