Para los antiguos egipcios, el secreto de la abundancia fue el dar culto al Dios Ptah, que es el Dios que suministra todo el material y espiritual. Considerado como el gran artesano del universo, capaz de transmutar la materia y de mejorar las cosas existentes, Ptah está asociado con la belleza y el trabajo. Para entrar en armonía con ella, usted debe usan amuletos egipcios, como el escarabajo y la cruz ansada.
Comenzando el ritual:
Además, de eso usted puede realizar la siguiente invocación de fuerza, que lo pondrá en la vibración de la riqueza y el éxito. Cada día, al despertar, de pie con los hombros relajados y la espalda recta, quédese mirando al este. Levante la mano hasta el oído, como si fuera a tocar el lóbulo de la oreja con la punta del pulgar. Cierra los ojos y procure apartar de la mente cualquier pensamiento o preocupación.
Imagine un rayo de luz blanca partiendo de su tercer ojo (un punto imaginario en el centro de la frente a nivel de la ceja) y esta se extienda hasta el infinito. Respire profundamente y visualice que la luz emitida por usted se funda en una luz diferente, obteniendo con ello un color dorado.
Luego, poco a poco, que esta luz dorada entrar por su tercer ojo y se envuelva en su cuerpo. Permanezca un rato tranquilo y en silencio sintiendo esa vibración a lo largo del día en sus actividades y trate de sentir el estímulo de esa vibración dándole fuerza y entusiasmo.
Comenzando el ritual:
Además, de eso usted puede realizar la siguiente invocación de fuerza, que lo pondrá en la vibración de la riqueza y el éxito. Cada día, al despertar, de pie con los hombros relajados y la espalda recta, quédese mirando al este. Levante la mano hasta el oído, como si fuera a tocar el lóbulo de la oreja con la punta del pulgar. Cierra los ojos y procure apartar de la mente cualquier pensamiento o preocupación.
Imagine un rayo de luz blanca partiendo de su tercer ojo (un punto imaginario en el centro de la frente a nivel de la ceja) y esta se extienda hasta el infinito. Respire profundamente y visualice que la luz emitida por usted se funda en una luz diferente, obteniendo con ello un color dorado.
Luego, poco a poco, que esta luz dorada entrar por su tercer ojo y se envuelva en su cuerpo. Permanezca un rato tranquilo y en silencio sintiendo esa vibración a lo largo del día en sus actividades y trate de sentir el estímulo de esa vibración dándole fuerza y entusiasmo.
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