Elige un día martes o viernes para este Ritual
Procede a preparar un bol con sal gorda y otro con azúcar. En el cuarto de baño poner una barrita de incienso y unas velas. El color de estas, dependerá de lo que deseemos lograr o para que estemos realizando el Ritual.
A continuación nos iremos quitando la ropa siendo muy conscientes de que no nos quitamos solo prendas sino problemas, temores, iras, reproches, dudas, tristezas, añoranzas, etc. Desnudos física y emocionalmente entraremos en la ducha y frotaremos todo nuestro cuerpo con la sal, terminando así la limpieza.
Una vez hecho lo anterior nos pasaremos agua templada y observaremos como todo lo que no necesitamos se va yendo por el desagüe mezclado con el agua y la sal.
Tomaremos ahora el azúcar y frotaremos de nuevo todo el cuerpo con ella, abriendo emocionalmente todas las puertas a la dulzura, a la alegría, al bienestar, a la calma.
Después dejaremos que el agua de la ducha corra libremente por nuestro cuerpo.
Inmediatamente nos enjabonaremos haciendo espuma, cuanta más mejor. Nos enjuagaremos, nos secaremos lentamente con una toalla suave y untaremos todo nuestro cuerpo con aceite o crema hidratante, sin prisas. Puedes elegir un olor que más te guste...
Para finalizar, perfumar todo el cuerpo, cabello incluido, no escatimes producto, para recibir todas las bendiciones que estamos deseando o necesitando y nuestra mente y energías estén completamente receptivas/os y darle la bienvenida a la ternura, a la pasión, a la calma, al equilibrio, al sosiego, a la alegría, a la fortuna, a la dicha, a todo, absolutamente todo lo que necesitéis.
Y ya sabes en vuestra cara una sonrisa, las manos en el mudra de oración y diciendo “Namascar”
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