El coco es una fruta comestible obtenida del cocotero, la palmera más
cultivada a nivel mundial. Tiene dos cáscaras: una fibrosa, exterior y
verde y otra dura, vellosa y marrón que tiene adherida la pulpa, que es
blanca y aromática.
El principal producto exportado desde las distintas zonas de cultivo es la copra sin procesar seguida del coco desecado. En ciertos países europeos, encuentra su mejor salida el coco fresco; el protagonista indiscutible de ferias y verbenas y de común uso en múltiples preparaciones de repostería artesanal e industrial. El mercado más interesante tanto en Asia como en Europa y Norteamérica es el del agua de coco envasada; de gran aceptación y mayor demanda cada año. El agua de coco no debe ser confundida con la leche de coco, ya que la leche de coco se obtiene exprimiendo la pulpa y el agua de coco se encuentra por naturaleza en su cavidad interior.
La rogación se hace frente la persona, en su frente se hace una cruz de cascarilla y manteca de cacao. Durante nueve días, a las doce del mediodía, se abre un coco y con su agua se lavan la cabeza, la cara, las manos y los pies.
Luego se tira el coco a la calle
Para mantener fresca la cabeza y su pensamiento se unta la cabeza con manteca de cacao y con un peine blanco nuevo, y se peina.
En la casa se quema incienso, benjuí y azúcar blanca, se arrojan pedacitos de hielo y de coco por todos los rincones de la casa, y lo más importante, utilice su arma más poderosa, su fe.
Riegue en la puerta de la casa agua de coco, agua bendita de 3 iglesias y alguna hierba o ewe de Obbatala.
Su eledda, es decir a su ángel custodio interno también se le refresca con agua de coco, agua de pozo o rio, leche de vaca cruda y arroz. El arroz se pone al sereno una noche entera y al día siguiente se le añade leche, agua de coco, cascarilla y manteca de cacao.
Se raspa la cáscara de un coco seco, se blanquea con cascarilla, y se deja debajo de la cama de la persona afectada, esto además de refrescar el Obí (coco), hace de mediador entre hombres y orichas.
Se tiene en ese lugar el número de días que mande el oricha, y el camino que este debe tomar, campo, mar, rio o basura, según nos diga el obí.
Antes de romper el coco podemos decir…
Así como rompo este coco,
que se rompa mi mala suerte, que me bendiga
en salud, en mis relaciones, y que traiga el bien a
mi hogar…
(y pedir exclusivamente para el mal que se pueda tener.)
El principal producto exportado desde las distintas zonas de cultivo es la copra sin procesar seguida del coco desecado. En ciertos países europeos, encuentra su mejor salida el coco fresco; el protagonista indiscutible de ferias y verbenas y de común uso en múltiples preparaciones de repostería artesanal e industrial. El mercado más interesante tanto en Asia como en Europa y Norteamérica es el del agua de coco envasada; de gran aceptación y mayor demanda cada año. El agua de coco no debe ser confundida con la leche de coco, ya que la leche de coco se obtiene exprimiendo la pulpa y el agua de coco se encuentra por naturaleza en su cavidad interior.
La rogación se hace frente la persona, en su frente se hace una cruz de cascarilla y manteca de cacao. Durante nueve días, a las doce del mediodía, se abre un coco y con su agua se lavan la cabeza, la cara, las manos y los pies.
Luego se tira el coco a la calle
Para mantener fresca la cabeza y su pensamiento se unta la cabeza con manteca de cacao y con un peine blanco nuevo, y se peina.
En la casa se quema incienso, benjuí y azúcar blanca, se arrojan pedacitos de hielo y de coco por todos los rincones de la casa, y lo más importante, utilice su arma más poderosa, su fe.
Riegue en la puerta de la casa agua de coco, agua bendita de 3 iglesias y alguna hierba o ewe de Obbatala.
Su eledda, es decir a su ángel custodio interno también se le refresca con agua de coco, agua de pozo o rio, leche de vaca cruda y arroz. El arroz se pone al sereno una noche entera y al día siguiente se le añade leche, agua de coco, cascarilla y manteca de cacao.
Se raspa la cáscara de un coco seco, se blanquea con cascarilla, y se deja debajo de la cama de la persona afectada, esto además de refrescar el Obí (coco), hace de mediador entre hombres y orichas.
Se tiene en ese lugar el número de días que mande el oricha, y el camino que este debe tomar, campo, mar, rio o basura, según nos diga el obí.
Antes de romper el coco podemos decir…
Así como rompo este coco,
que se rompa mi mala suerte, que me bendiga
en salud, en mis relaciones, y que traiga el bien a
mi hogar…
(y pedir exclusivamente para el mal que se pueda tener.)
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