Materiales necesarios
- 1 Vela blanca
- 1 Varilla de incienso de mirra o ruda
Se
trata de un ritual muy aconsejable cuando uno cree que en su casa
existe un mal ambiente. No es necesario realizar esta receta a una hora
en concreto, pero es preferible que sea a las doce de la mañana. Además,
se puede hacer cualquier día de la semana.
Para empezar, necesitas encender una vela blanca y llevarla por toda la casa, mientras repites la siguiente oración:
Oh,
eterno, bendito seas por siempre señor. Otorga a este hogar y a esta
familia (se nombra a las personas que viven en la casa) todo el
bienestar, la paz y la tranquilidad, y que el amor reine entre nosotros
para que veamos con claridad todo aquello que necesitamos. A ti, Dios
Padre, te ruego encarecidamente que todo lo negativo, cualquier mal
arrojado sobre nuestra casa, sobre nuestros cuerpos, sobre mi familia,
desaparezca para siempre. Que entre todo el bien, que los espíritus de
luz, los arcángeles protectores, a la entrada de este hogar, nos
defiendan de todo mal. Así sea, así sea y así será.
A continuación, se suele rezar un Padrenuestro y se deja la vela encendida hasta que se apague.
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