En qué casos la utilizo:
* Me gustaría que el próximo año no escaseé nada.
* Espero que esta noche tan especial se cumplan mis deseos.
* Ahora que se acaba el año, desearía que la suerte me acompañe.
Qué necesito:
* Una vela roja con diamantina dorada y, si no se encuentra, una vela dorada.
* Una vela blanca para cada comensal.
* Un papel.
* Un lápiz o un bolígrafo.
* Un recipiente a prueba de fuego, en el que se quemará el papel.
* Unas monedas doradas para cada persona del mismo valor.
Este ritual debe realizarse entre las personas que van a cenar esa noche. Cada uno tendrá que pensar muy bien lo que desea y concentrarse al máximo en ese deseo para el año que viene, puede ser sobre el amor, la salud o un mayor bienestar económico para el nuevo año que empieza. Eso sí, siempre antes de que empiecen las doce campanadas.
Primero, enciende la vela roja con diamantina dorada o, en su defecto, la vela dorada. Esta vela tendrá que arder al menos durante una media hora antes de que finalice el presente año. Entonces, repite la siguiente oración:
"Fuerzas de la luz trae sobre nosotros tus bendiciones y haz que el próximo año esté repleto de salud, amor y bienestar económico para cada uno de nosotros y para aquellos que amamos, y que no se encuentran en estos momentos a nuestro lado".
Una vez hecho esto, cada uno de los comensales escribe en un papel el deseo o deseos para el próximo año, que debe ser lo más preciso posible y confidencial. Entonces, tienes que doblar el papel en dos y prenderlo en la vela roja. Recuerda que si se quema por completo, el deseo se cumplirá.
Después de esto, sonarán las campanadas, comerás las uvas, como de costumbre, y disfrutarás de una velada agradable, conversando con todo el mundo. A continuación, cada uno de los comensales encenderá su vela blanca, que se dejará arder como mínimo durante 15 ó 25 minutos. Esta vela se deja guardada, por si requerimos al año siguiente realizar alguna petición especial, tan solo tendremos que encenderla alrededor de unos 15 minutos, para apagarla después, y de esta manera la vamos conservando año tras año.
Eso sí, antes de apagar la vela blanca, cada persona entregará una moneda a la persona que tiene a su lado. Esa moneda se guardará durante todo el año como un talismán de la suerte. Cuando comience el nuevo año, esas monedas se entregarán a la gente necesitada. Luego se descorchará una botella de champán y se brindará. Es muy positivo arrojarse diamantina dorada sobre los presentes, como signo de atracción y fortuna.
IMPORTANTE:
Cuando terminen las doce campanadas, el que se atreva, puede quitarse los zapatos y tirar uno de ellos por encima de su hombro izquierdo hacia atrás. Si el zapato cae de pie, trae buen augurio para todo el año; si cae de lado, las cosas irán más o menos normalitas; y si cae boca abajo, será un año un poco difícil. Además, no olvides que en este día tan especial es muy oportuno comer lentejas a mediodía, pues de esta manera no te faltará de nada.
2 comentarios:
Muy sencillo y lo podemos hacer. Gracias
este ritual me encanta y lo voy hacer el que no crea que no participe y punto..
Publicar un comentario