Para
obtener mejorías en la salud, es importante que en la habitación donde
se encuentra el enfermo, siempre haya un pequeño cuenco o bol
transparente con una parte de agua de rosas y otra de alcohol de 90
grados. En su interior, pondrás una amatista, nueve hojas de olivo y
nueve gotas de esencia de pino.
Debes renovar todo el contenido menos el cuarzo cada cuatro días y cada dos lavarás la amatista con agua y vinagre.
NOTA:
A
fin de no crear sugestiones innecesarias ni efecto placebo alguno, no
le digas al enfermo el motivo de la presencia del cuenco o bol. Si te
consta que la persona es sugestionable, procura que no vea tu preparado.
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